La invasión de las terrazas

Durante la pandemia, en Madrid, el tema de las terrazas dio mucho de qué hablar. Las terrazas se convirtieron en protagonistas y actualmente vayamos donde vayamos siempre hay terrazas llenas de gente. Lo cierto es que, ahora, parece que tienen una mayor aceptación por parte de los ciudadanos que antes del Covid-19; todo el mundo está ansioso de recuperar el tiempo perdido y sentarnos en una terraza parece ser una buena opción.

Por otro lado, es indiscutible, que los barrios con más terrazas son los más exitosos y atractivos de la ciudad, lo que indirectamente impulsa el crecimiento inmobiliario en esas áreas.

Hasta aquí, todo bien, pero ¿Qué ocurre con las molestias que pueden ocasionar??

La regulación y el cumplimiento de normas es clave.

Los ayuntamientos tienen el poder de decidir la presencia de las terrazas en su zona y no es tarea fácil. La solución parece ser el equilibrio entre la normativa u ordenanzas y las críticas sobre el ruido y la suciedad, ya que las calles con terrazas suelen ser zonas de alta concentración urbana, con comercios y mucho turismo. Por lo tanto, es muy importante cumplir los horarios y las normas de funcionamiento para mantener un cierto orden y organización de cara a los vecinos de la zona. Actualmente se está produciendo una dura batalla entre normativas más laxas y controles más estrictos.

Ejemplos claros del desorden es lo que pasó hace unos meses en Madrid en las zonas de Antón Martín y Doctor Esquerdo, zonas muy concluidas, cuando pusieron mesas y sillas en una acera muy estrecha y rodeada de carreteras donde hay gran afluencia de coches. Esto saltó a la luz cuando varios usuarios en redes dieron la voz de alarma expresando su sorpresa.