Impuesto de sociedades

En anteriores artículos hemos explicado qué significa ser autónomo, sus obligaciones y cómo montar una sociedad.

Ahora veremos uno de los impuestos que hay que pagar si se tienen beneficios.

La definición como tal es El Impuesto de Sociedades es un tributo de naturaleza directa y carácter personal que grava la renta generada por sociedades y otras entidades jurídicas, regido por la Ley 27/2014, de 27 de noviembre.

Esto lo que nos quiere decir es que afecta a los beneficios que generan las entidades mercantiles y otras formas de organización jurídica, constituyendo un impuesto personal al aplicarse sobre la renta de la entidad jurídica y no sobre sus miembros o accionistas de forma individual. Esto es importante, ya que lo paga la propia empresa con el beneficio.

Es un impuesto que se aplica de manera periódica y cuyo período impositivo se alinea con el ejercicio económico de la entidad.

Para el cálculo del Impuesto de Sociedades, se parte de la base imponible, que se determina tras ajustar los ingresos brutos con los gastos deducibles y aplicar las correcciones fiscales pertinentes.

Veamos algunas características clave de este impuesto:

1. Tipo impositivo: El tipo general es del 25%, pero puede variar en función del tamaño y ciertas características de la empresa, con posibilidad de acceder a tipos reducidos.
2. Base imponible: Determinada por los beneficios netos anuales, ajustados por gastos deducibles y correcciones fiscales.
3. Deducciones y bonificaciones: El sistema fiscal ofrece varias deducciones y bonificaciones que varían según factores como la actividad empresarial, inversión en I+D, generación de empleo, y ubicación geográfica.
4. Pagos a cuenta: Las empresas deben realizar pagos fraccionados basados en sus beneficios estimados, que funcionan como anticipos del impuesto final.
5. Período fiscal: Coincide habitualmente con el año calendario, aunque las empresas pueden elegir un período fiscal diferente sujeto a ciertas condiciones.
6. Obligación de declaración: Declaración anual obligatoria del impuesto que debe presentarse en los meses siguientes al cierre del año fiscal.
7. Grupos fiscales: Posibilidad de que las empresas formen grupos fiscales para consolidar resultados y aplicar beneficios fiscales específicos.

Este impuesto es fundamental para la planificación fiscal de cualquier empresa, incluyendo aquellas en el sector de la hostelería, dado que afecta directamente a la rentabilidad y a la estrategia financiera.

Somos tu aliado para la tranquilidad de tu negocio. Estamos a tu lado para ayudarte y resolver tus dudas. Contáctanos